Muchas de las personas que adquieren una lesión cerebral se ven privadas en mayor o menor medida de uno de los aspectos fundamentales del ser humano: la comunicación. Las alteraciones del lenguaje dificultan la comunicación con los demás, afectando no solo a los aspectos lingüísticos, tanto de comprensión como de expresión, sino también intelectuales y de la personalidad, interfiriendo en las relaciones y rendimiento social, laboral y familiar de los individuos afectados.
El lenguaje hablado es una de las funciones más complejas que realiza el ser humano, puesto que integra en el mismo acto, mecanismos nerviosos en conjunción con actividades musculares, por ejemplo, en el acto del habla intervienen algo más de cien músculos.