Se denomina ictus a un trastorno agudo de la circulación cerebral que altera la función de una determinada área cerebral. Son sinónimos de ictus los términos accidente cerebrovascular, infarto cerebral, ataque cerebral o apoplejía. En España constituye la primera causa de invalidez permanente en población adulta. Son múltiples las causas que lo originan, pero con frecuencia son consecuencia de una serie de circunstancias personales que se denominan factores de riesgo.
Diferenciamos dos grandes grupos según el mecanismo causante:
- Ictus isquémico: se produce por una disminución importante del flujo sanguíneo que recibe una parte del cerebro. El ictus aterotrombótico o trombosis cerebral está formado por un coágulo de sangre (trombo) formado en la pared de una arteria. En el ictus embólico o embolia cerebral el coágulo de sangre se ha formado en un lugar lejos del lugar de la obstrucción, usualmente el corazón o las grandes arterias del cuello. Este coágulo se denomina émbolo.
- Ictus hemorrágico: producido por la rotura de un vaso sanguíneo cerebral que sangra en el interior del cerebro. En ocasiones el paciente sufre de modo transitorio todas las manifestaciones con las que cursa un ictus establecido sin dejar ninguna secuela. Esta situación se denomina ataque isquémico transitorio y constituye una verdadera alarma ya que un tercio de las personas que lo experimentan sufren un ictus establecido durante el siguiente año.